1. Mecanismo general del parto

Se
llama mecanismo del parto al conjunto de movimientos que, bajo la
acción de fuerzas dinámicas del parto, debe efectuar el feto para salir
al exterior. El feto es un ovoide, en virtud de sus dimensiones, la
única forma que tiene de atravesar el conducto pelviano es presentándose
por uno de los extremos de ese ovoide: presentación de vértice o cara
(la presentación de frente se considera inviable) o presentación de
nalgas en las distintas variedades.
Los
movimientos del feto son de 3 tipos: progresión, cambios de actitud y
cambios de progresión, necesarios por las condiciones especiales del
canal de parto y por la forma irregular del feto. Así, el feto tiene que
acomodar las dimensiones de las distintas partes a las del conducto
pelvi-genital mediante unos cambios de actitud y de orientación, es
decir, de movimientos pasivos, que en conjunto constituyen el mecanismo
del parto.
Tienen
que cumplirse 3 tiempos fundamentales: entrada en el conducto,
recorrido por el conducto (encajamiento y descenso) y salida del
conducto o desprendimiento.
El
mecanismo de presentación de vértice es el prototipo de mecanismo
fisiológico. El resto serán anómalos (pero no patológicos) y se
desarrollarán con mayor dificultad, siendo más fácil que se conviertan
en patológicos.http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTyImu8WhTwyA6rjHATeIostMD38MuvE7RFVjYcvsZV4dfUlDE2I3dSB11jxQ
MECANISMOS DEL TRABAJO DE PARTO El
mecanismo del trabajo de parto es la serie de movimientos que realiza
la presentación durante su tránsito por el canal del parto. Las etapas de que consta este mecanismo, en una presentación cefálica de vértice, son las siguientes: Encajamiento. Flexión. Orientación. Asinclitismo. Descenso. Rotación interna. Expulsión o desprendimiento. Extensión. Restitución. Rotación externa. Desprendimiento de los hombros. Nacimiento del resto del producto.
Encajamiento
Es
el proceso dinámico mediante el cual el polo cefálico del producto, que
se encuentra por arriba del estrecho superior de la pelvis, desciende y
penetra en la excavación pélvica. Para que ocurra el encajamiento, se
requiere flexión, orientación y asinclitismo. Este fenómeno puede
ocurrir durante las últimas semanas de la gestación o presentarse ya una
vez establecido el trabajo de parto; generalmente el encajamiento ocurre con la sutura sagital transversa con relación a la pelvis materna. Flexión.
Para
que el feto descienda en la excavación pélvica necesita flexionar el
polo cefálico, para ofrecer sus diámetros menores; esto ocurre cuando la
cabeza fetal encuentra una resistencia, que puede estar dada por las
paredes de la pelvis, el suelo de la misma o por el cérvix. La presión
de la contracción uterina se transmite a través de la columna vertebral,
y hace que se flexione la cabeza a nivel de la articulación
occipitoatloidea, la cual actúa como palanca de primer grado. Es por
este mecanismo que el mentón del feto es comprimido contra su tórax y el
diámetro suboccipitobregmático es sustituido por el diámetro
occipitofrontal. Orientación.
Asinclitismo.
La sutura sagital del feto frecuentemente se encuentra desviada hacia
el promontorio o hacia la sínfisis púbica; esta desviación hacia la
parte posterior o anterior de la pelvis recibe el nombre de
asinclitismo; si esta sutura sagital se encuentra más cerca del
promontorio, el parietal anterior se presenta hacia los dedos del
explorador y este proceso es conocido como asinclitismo anterior; si por
el contrario, la sutura sagital se aproxima hacia la sínfisis del
pubis, lo que se presenta a los dedos del explorador sería el parietal
posterior, por lo que estaríamos hablando de un asinclitismo posterior;
durante el trabajo de parto siempre debe existir un ligero asinclitismo
para que de esta manera se aproveche al máximo la cavidad pelviana.